Las juntas de colocación tienen una importancia vital, aunque a veces pasen desapercibidas o no les demos la importancia que se merecen. La importancia de las juntas de colocación en una instalación de baldosa cerámica ya sea en el suelo o en la pared, no es siempre bien conocida y considerada por todos.
Las juntas, no son más que el espacio que dejamos entre baldosa y baldosa, que luego rellenamos de un mortero, y que este puede ser de diferentes medidas, composiciones y colores. Tienen un papel muy importante en la correcta finalización y en la vida de las baldosas.
TIPOS DE JUNTAS DE COLOCACIÓN
El primer aspecto que podemos destacar, y el más evidente y conocido por todo el mundo es el ornamental; sabemos que existen juntas anchas, juntas más estrechas, de diferentes colores y tonalidades, brillantes y mates. Es así, la buena elección de una junta también tiene su aspecto decorativo. Por eso, los fabricantes de este material nos ofrece gran variedad de colores y acabados en diferentes composiciones para poder adaptarse a cada necesidad.
Normalmente podremos ver juntas muy anchas en suelos de gres rústico, en terrazas, patios y jardines, incluso en bodegas y garajes de casas y en paredes de bares y restaurantes. Por el contrario, veremos juntas más estrechas en paredes de lavabos, en suelos de pisos y casas, cocina, etc. Todas ellas irán acorde en tamaño y color con las baldosas cerámicas que instalemos. Podremos elegir qué color y textura preferimos para nuestro acabado o necesidad.
¿CUÁL ES SU UTILIDAD? FUNCIONES
Aunque no todos lo conozcan, las juntas de colocación tienen unas funciones físicas muy importantes y de las cuales no podemos prescindir.
En primer lugar, son las encargadas de absorber las deformaciones producidas en el soporte. Con lo que impedirán la transmisión de tensiones sobre las baldosas cerámicas. Los terrenos y los edificios sufren movimientos, en ocasiones de colocación y a veces de contracción. Así pues, gracias a las juntas evitaremos que estos movimientos incidan en las baldosas y que estas puedan moverse o romperse.
En segundo lugar, nos impedirán y moderarán que se generen las tensiones de tracción en la parte inferior de las baldosas, cuando ejerzamos una fuerza sobre ellas. En ocasiones hemos podido ver, o incluso nos habrá podido pasar, que en la cocina se nos cae un vaso o algún objeto contundente al suelo y se nos rompe una baldosa, o incluso más de una. Una posible causa, y muy frecuente es que esa instalación se haya hecho sin junta, o con una junta insuficiente. Así pues, es una prueba muy visual de que las juntas son las encargadas de absorber estos golpes y evitar que las baldosas puedan romperse.
Las juntas de colocación permiten corregir las variaciones dimensionales en las baldosas con tolerancias. En la vida real sabemos que no todas las baldosas son iguales, aunque el fabricante diga que hace una medida concreta siempre podrá ser unos milímetros más pequeñas o grandes. Con la ayuda de las juntas podremos absorber estas variaciones dimensionales.
IMPORTANCIA DE LAS JUNTAS DE COLOCACIÓN
Por último, debemos de destacar la importancia de estas en cuanto a la respiración de las superficies, de la difusión de vapores hacia el exterior y de evitar las filtraciones de agua hacia el interior. Como ya sabemos, los materiales cerámicos como el gres extrusionado o el porcelánico y los esmaltados, son impermeables al paso y a la absorción de agua y vapor de agua. Debido a ello, las juntas son las que intervienen en el transporte de agua y vapores a través de las baldosas hacia el exterior. Por otro lado, si dejáramos el paso del agua al interior del suelo o de la pared, ésta dañaría el material adhesivo y al soporte de la instalación. Esto nos causaría graves problemas.